No tengo idea como fue, pero empece a sangrar (mi teoria: me corte mal una uña)
Tu mirada. Me viste, queriendo contener tu crimen y confesarlo al mismo tiempo. Acercaste un dedo y lo manchaste con mi sangre. Y luego lo chupaste. Lleno de lujuria y morbo y mucha ternura al mismo tiempo, mientras me veias a los ojos sonriendome con la mirada.
Los eslabones que formaron mi vida contigo, chaparro. Te echo mucho de menos.
miércoles, 28 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.