Los domingos son ritualmente dias de no hacer nada para mi.
Solia llegar a casa, y encontrarme sin hacer nada mas que teclear cosas en la computadora. Se quitaba los zapatos, se tumbaba en la cama, y me decia arrastrando la voz 'hasta mañana'. Me encantaba dejarlo dormir un rato, y luego ir a acostarme a su lado, abrazarlo, y quedarme dormido junto a el.
Despertabamos un par de horas despues, hambrientos, buscando q comer.
Extraño tanto todo eso
domingo, 25 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.