sábado, 24 de abril de 2010

Madrugada

Llegaba yo de jugar, toda una noche de aventuras epicas o de simplemente pasar entre mis manos cartas mientras mis sesos de debatian en la mejor estrategia posible.
Y muchas de esas veces estabas tu dormido, la cama calientita, con o sin boxer, cansado del dia, y dispuesto a que te despertara con un beso y un abrazo. Lo unico que yo necesitaba en ese momento era dormir junto a ti, porque me sentia seguro, sentia que llegaba a casa contigo. A las 8 am del dia siguiente tu ya no estabas, pero estaba tu ropa y tu aroma, tu presencia, y la certeza de que faltaban solo unas horas para volver a estrecharte entre mis brazos.

Ay chaparro. Cuanto te extraño. De verdad, cuanto extraño mi vida junto a ti.
Vuelve, vuelve conmigo. Vuelve por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.