domingo, 12 de septiembre de 2010

Bifurcacion

La vida se me plantea en dos opciones, y en esa encrucijada estoy sentado desde hace meses.
No quiero dejar de amarte, no quiero, por la vida de mi madre puedo jurarlo. Nunca quise separarme de ti de esta manera, y es por mera y tremenda cobardia que a fin de cuentas te aleje tal vez para siempre de mi lado.
Pero tal vez tenga q hacerlo... No tengo derecho ni poder de obligarte a estar conmigo, a regresar a mi. Y es que si tuviera ese poder, seria lo mas idiota y lo mas doloroso usarlo, porque verte sometido a mi... eso es simplemente inconcebible. Tengo que dejarte ir para siempre, tengo que decirte adios, tengo q besar tu partida y bendecir tu camino con todas mis fuerzas. Tengo que ser feliz sin ti, o al menos intentarlo, para que un dia q me recuerdes puedas sonreir y no sentir lastima o pena o remordimiento. Tengo que aprender a decirte adios sin esperar que regreses. Tengo que. Pero no quiero!!!!!!

Soy un tonto y soy un debil, pues aun anhelo tu regreso, una oportunidad, una vida a tu lado, una muerte tomado de tu mano, una eternidad besando tu esencia. No solo es un anhelo, no solo es una esperanza. Es una meta, una meta a la que ya no puedo aspirar porque, ahora, ya no me permites acercarme. La decision que tomaste es definitiva, y yo soy el que la lamenta.
¿Que puedo decir de todo esto, como puedo cerrar este comentario? Pues, simple. Te amo. Te amo y no puedo imaginar que fuerza necesitaria para dejar de hacerlo. Te amo, y quiero aun conservar la fe en que puedes verme como hombre, como TU hombre, en que simplemente me das esa oportunidad, y en que jamas te arrepentiras de abrirme de nuevo tu corazon.

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